martes, 1 de septiembre de 2009

Picasso, llanto, sufrimiento.





Desde mucho antes de comenzar a estudiar historia del arte, hace ya muchos años, me llamó la atención las mujeres llorando de Picasso.

Me parecía increíble que alguien pudiera dudar de que Picasso sabía trasmitir, de que aunque no fuera un arte naturalista puede hacer sentir mucho más que éste.

Muchas mujeres llorando aparecen a lo largo de la historia del arte, sobre todo en escenas religiosas donde la Virgen María llora la muerte de su hijo, escenas de guerra,... pero personalmente ninguna había llegado a sorprenderme tanto como lo hicieron esas pinturas del malagueño.

No es un reflejo del mundo real en cuanto a la representación, la forma. Puedo ver mi rostro más identificado en el rostro de una virgen barroca, una dolorosa, incluso en la imaginería religiosa, tan reales y naturalistas. Nosotros no tenemos un ojo de frente y otro de perfil cuando nos miramos en el espejo, nsootros no tenemos la cara a base de manchas de colores tan llamativos, a nosotros no nos emanan las lágrimas de unas cuencas de los ojos volcadas como boles de cereales. Pero el sufrimiento, el dolor, el llanto desconsolado que estas mujeres representan superan con creces, en mi opinión, el dolor del arte convencional.

Y es que Picasso, sabía transmitir el momento por el que estaba pasando España.




Si os gustan estos lienzos, aconsejo que cuando podáis deis una vuelta por el Reina Sofía (ahora gratis a partir de las 19,00 h.) y os dejeis cautivar por la cantidad de dibujos sobre el tema referente a la Guerra Civil Española.

Eva, Enric Clarasó.






Esta entrada simplemente quiere haceros observar y gozar de la imagen.

"Eva" (1904), una obra de Enric Clarasó, escultor catalán del principios del siglo XX. Delicadeza, sensualidad, y dulzura en una mujer que cubre su rostro bajo su pelo y sus manos entrelazadas para conseguir intimidad en su sufrimiento, su arrepentimiento, la conciencia del pecado cometido.

No podemos dejar de compararla con la escultura de Llimona, "Desconsuelo". Ambas con un lirismo poético que abduce a aquél que las ve.